El seguir como sea es obligatorio.

Necesito llorar todo lo que me llueve por dentro, no me pasa nada, no se que es esto aquí dentro.
Mi pecho no se oprime, mis latidos no se aceleran, algo se me estruja, aunque no verdaderamente, es la conciencia que piensa en todo lo que pasa a mi alrededor.
La calma por sobre todas las cosas persiste, pero dentro mio algo se desmorona, es ácido que quema mi ser.
No estoy perdiendo, no voy a morir, solo de a poco me desintegro.
A mi alrededor me observan, el cielo, el sol, la luna, las estrellas, conocen todas ellas mi pesar.
Yo no lloro, si no es por algo que me lastima de dolor físico o emocional de no aguantar. Tiendo a expresarme mejor escribiendo que hablando. Pero ahora ni eso.
Es como un trance normal e irremediable, en realidad puede pasar, pero la cura es difícil(como todo) de poder llevarse a cabo.
Igual, es algo natural, lo entiendo, y lo puedo llevar conmigo, está acá, al lado de mi corazón. Es esa angustia que me descarrila cuando ya no puedo aguantar más la tristeza.
Pero en realidad no es nada, creo yo me recuerda a la nostalgia que sienten ciertas personas cuando todo se termina, como un recapitular en blanco y negro, como rememorar la vida antes de perder todo, como querer recordar y pensar en todo antes de que sea demasiado tarde para poder abrir los ojos.
Supongo que me pasa por no poder desenchufarme, pero francamente creo yo que los que si pueden hacerlo tienen de piedra los sentidos.
Mi boca ya está cerrada, mis mirada larga suspiros, y espero el momento de poner mi voluntad, para poderme levantar, eso si es algo de remedio no sano, el seguir como sea es obligatorio.
 El final tarde o temprano va a llegar, pero vale la pena vivir hasta las últimas concecuencias, nunca sabes lo que te espera, ni puedes saber lo que te pierdes si abandonas a mitad de la carrera, sufrir puedes sufrir igual, pero que más da, puedes ser útil para bien, y quien sabe, después de todo, el final es un nuevo comienzo en lo desconocido, y si sabes que as dado todo de ti para llegar, puedes terminar y comenzar en paz.

   El sufrir muchas veces es optativo, uno siempre puede decidir sobre su vida, puede que dependa de la vida de los demás, pero la felicidad tiene que empezar por uno mismo, y tratar de compartir la receta con todos los demás.
   Existen aquellos que no saben como hacerlo, aquellos que sufren y simplemente deciden dejar de vivir, a ellos vallan las esperanzas y mis fuerzas de un mundo mejor.