Ser Feliz

Ser Feliz
Nadie te impide viajar a las estrellas, nadie puede impedirte ser feliz, uno es el propio límite, su propio obstáculo.

Sonrie! Es una Linea Curva Que Lo Endereza Todo♥

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Sonrie, aunque la vida sea una montaña, siempre puedes trepar... ¡Hermoso no?! jaja, OTRA AVENTURA!!! =)

domingo, 20 de mayo de 2012

Siendo

     La luna hoy no salia, las estrellas no brillaban, el cielo no era azul, solo las nubes se le mostraban, y la tormenta rondaba y amenazaba con largarse, al igual que el torbellino de sentimientos que la acosaban.
     Muchas cosas necesitaba decir, muchas cosas necesitaba sacar dentro de si, pero todo se le amontonaba sin coherencia, y sin entender ella seguía, a veces, paralizada con aquello que le pasaba. No sabía nada, no tenía ideas claras, y al mismo tiempo sabía exactamente todo. Era un ir y venir constante, un control y un descontrol que la sosegaban, que la componían y la amargaban. Era parte de la vida, o en todo caso era parte de su ser, era eso que era ella, y podía depender como no de lo que hiciera.
     A veces la cosa se ponía grave, se ponía deprimida, y en cuestión de instantes se solucionaba, desaparecía como por arte de magia.
    Era un lío de frases ilógicas pero con sentido, una idea de revoluciones sin llevar a cabo, un mar de futuros para vivir solo uno. Tenía la necesidad de mucho, de ser dos opuestos al mismo tiempo. Su cabeza partía del despertar de cada mañana, se renovaba con cada mirar, y se entristecía de tanto pensar. No era lo fácil que ella quisiera, más bien era más fácil de lo que podía aceptar, porque a veces ella lograba controlar la situación, y otras en cambio, tan solo se dejaba estar, o en muy pocas, se dejaba relajar por ese algo o alguien.
   Era de esos entes que se entregan de lleno a su alrededor, para embeberse de todo, de lo bueno y de lo malo, y aunque distinguía perfectamente las dos partes, y sabía ubicar su medio, aunque supiera que todo era completamente subjetivo, aún le resultaba ilusorio, aún volaba más allá, más allá de lo permitido, que era lo que ella quería, aunque, sin embargo, seguía entendiendo o tratando de entender aquello de lo que se embebía, pero cuando lo hacía, una carga más se le anteponía a sus pasos, una carga que lograba aliviarla, pero que no siempre no pesaba. Era todas las partes en las que se puede dividir un ser, era el desarrollo de cada partícula a su nivel máximo, era personalidades llenas de cada palabra, estaba llena de lo que los demás descargaban o compartían, y además llevaba consigo los pensamientos y conclusiones que su cerebro sacaba de lo que veía, sentía, decía, escuchaba, aprendía y guardaba.
     Necesitaba descargar, y al mismo tiempo necesitaba no necesitar de nada ni de nadie, quería ser ella sola, pero se moría entre la decisión de elegir estar sola o con alguien. Quería largar todo lo que sabía, quería que la escucharan, quería ordenar el orden de los hechos que estaban pasando, quería lo que ella quería, pero no quería ser egoísta, mas bien, no lo era, o no lo era demasiado, solo quería que todo estuviera bien, que la gente estuviera bien, que no hubiera más problemas, le hacia mal ver mal a los demás, ella no podía llorar, le dolía todo, pero no podía llorar, ni siquiera podía soltarse así, solo lloraba a través de los demás, y el pecho se le oprimía de una manera indescriptible, a esas en las que uno parece que puede consumirse hasta cenizas en una millonésima de segundos.
       Cargaba con el peso de los que viven, y de los que mueren, de los que son y los que no, de los que no llegan, y de los que lo hacen demasiadas veces, cargaba con el peso de entender, de saber, de crecer, de sentir, de pensar, de ser ella.
      Ella era como era, y le gustaba ser así, aunque a veces imaginase otras vidas, amaba ser ella, con sus complicaciones y sus visiones, con sus preferencias y sus manías, era ella y no otra, y lo iba a seguir siendo toda su vida, manejándose como pudiese, con sus indecisiones y sus certidumbres, como fuese de la forma que pudiese desenvolverse. Porque como ella solía pensar, una de sus tantas reflexiones, no era lo bastante cobarde como escaparle a la vida, ni lo tan valiente(aunque fuese mentira) para enfrentarse a la muerte.
   Aunque, esta frase, ya estaba empezando a quedarle chica, y ya no la creyera ni pensara de la misma forma que cuando la formó con los menos conocimientos de los que tiene ahora para volverla a reescribir.